Objetivos deportivos. Tipos, importancia y cómo establecerlos

Establecer objetivos deportivos es algo de gran importancia cuando hacemos deporte.

• ¿Te has preguntado cuál es la verdadera razón detrás de tu entrenamiento?
• ¿Estás seguro de lo que esperas lograr?
• ¿Es tu meta realista?

Estas preguntas, entre otras, nos llevan a reflexionar sobre la calidad de nuestros objetivos.

Desde el punto de vista de un entrenador personal, conocer los objetivos de los clientes y evaluar si son realistas, o no, va a ser fundamental para el éxito en el trabajo.

En este artículo vamos a ver qué son los objetivos deportivos, que tipos de objetivos hay, cómo establecerlos, y su importancia a la hora de hacer deporte.

¿Qué son los objetivos deportivos?

Los objetivos deportivos son metas específicas y alcanzables que los deportistas establecen para mejorar su rendimiento y alcanzar éxito en su disciplina deportiva.

Cuando hablamos de deportistas, nos referimos tanto a profesionales, como a aficionados al deporte como podamos ser nosotros o nosotras mismos.

Los objetivos deportivos marcan una dirección y un propósito definido para el entrenamiento deportivo.

Los objetivos pueden abarcar diversos aspectos del rendimiento deportivo, como la velocidad, la fuerza, la resistencia, la técnica, la estética y la táctica.

Los objetivos deportivos suelen ser tanto a corto plazo, como mejorar el tiempo en una carrera específica, como a largo plazo, como ganar una competición o alcanzar una determinada estética perdiendo grasa o ganando masa muscular.

Al establecer objetivos deportivos, los deportistas pueden enfocar sus esfuerzos, mantenerse motivados y medir su progreso a lo largo del tiempo, lo que les permite alcanzar su máximo potencial en el deporte practicado.

Un objetivo deportivo adecuado se caracteriza por:

• Ser específico
  Definir qué, cómo, cuándo y dónde se llevará a cabo.
• Ser atractivo
  Representar un desafío que nos motive a alcanzarlo.
• Ser alcanzable o realista
  Ser factible de realizar considerando nuestros recursos, el tiempo disponible, y las exigencias que conlleva el poder alcanzarlo.

Tipos de objetivos deportivos

Vamos a encontrar diferentes tipos de objetivos deportivos, ya que pueden variar en términos de alcance, especificidad y temporalidad.

Una forma efectiva de estructurar estos objetivos deportivos es utilizando el acrónimo SMART: específicos

• Medibles
• Alcanzables
• Relevantes
• Con límite temporal

Estos tipos de objetivos van a ser una guía para los deportistas que desean mejorar su rendimiento y alcanzar éxito en sus deportes.

Los objetivos deportivos a corto plazo son metas que se pueden conseguir en un período relativamente breve, generalmente de semanas o meses.

Por ejemplo, un velocista podría establecer como objetivo deportivo mejorar su tiempo de 100 metros en medio segundo en los próximos tres meses.

Este objetivo es específico, medible y tiene un límite temporal claro.

Por otro lado, los objetivos deportivos a largo plazo abarcan un espacio temporal más amplio, generalmente de varios meses o incluso años.

Un ejemplo podría ser conseguir un aumento de masa muscular de 8 kilos, reduciendo el porcentaje de grasa a lo largo de 2 años, en una persona que lleva tiempo entrenando pero que no ha cuidado hasta ahora la alimentación y no ha planificado correctamente.

Este objetivo es ambicioso pero alcanzable, y proporciona una visión a largo plazo para guiar los esfuerzos y decisiones del jugador.

Los objetivos deportivos específicos se centran en resultados concretos y definidos de manera clara.

Por ejemplo, un nadador podría establecer como objetivo mejorar su técnica de cambio de sentido en estilo libre para reducir su tiempo de 50 metros en un segundo.

Este objetivo es claro y marca una dirección clara para el entrenamiento.

Los objetivos deportivos medibles son aquellos que se pueden cuantificar y evaluar objetivamente.

Por ejemplo, se podría establecer como objetivo subir de 80 kilos a 100 en press de banca a lo largo del año.

Esto permite controlar el progreso y ajustar la planificación según sea necesario.

Los objetivos deportivos alcanzables son realistas para los recursos, tiempo y capacidades disponibles.

Por ejemplo, establecer como objetivo aumentar el peso máximo en sentadilla en un 10% en 6 meses, lo cual es alcanzable con un plan de entrenamiento adecuado.

Finalmente, los objetivos deportivos relevantes tienen que ver con los valores y aspiraciones de la persona, así como con las demandas específicas de su disciplina deportiva.

Por ejemplo, un ciclista podría establecer como objetivo deportivo mejorar su resistencia en subidas para competir con éxito en carreras de larga distancia en rutas con mucho desnivel.

Teoría del establecimiento de metas u objetivos deportivos

La Teoría del Establecimiento de Metas, desarrollada por Locke (1968) dentro del contexto organizacional, destaca el papel fundamental de la motivación en las acciones de las personas ante una tarea.

Esto supone que los objetivos o metas que marquemos determinarán, en gran medida, el esfuerzo que dedicaremos a su realización.

Establecer objetivos de manera adecuada incrementa el rendimiento deportivo en comparación con situaciones donde no hay objetivos claros.

Además, mientras más específicos sean estos objetivos deportivos, más efectivos resultarán para motivar nuestro comportamiento.

La motivación se define como el proceso que impulsa, mantiene y dirige la conducta hacia la consecución de algo que satisface una necesidad importante en ese momento para la persona.

En situaciones equivalentes, la persona que tenga metas u objetivos definidos tendrá más éxito que aquella que no los tenga o que estos sean poco definidos.

Importancia de los objetivos deportivos

Establecer objetivos en el deporte es fundamental por muchas razones que ya hemos visto en este artículo.

Primero y principal, los objetivos deportivos dan una dirección clara de hacia dónde queremos llegar.

En un ámbito tan competitivo como el deporte, tener un rumbo definido es necesario para mantenernos enfocados y comprometidos con nuestro progreso.

Los objetivos actúan como un punto que nos guía a través de las dificultades y nos ayuda a superar obstáculos que inevitablemente encontraremos en el camino deportivo.

Además de darnos dirección, los objetivos deportivos también nos ofrecen un enfoque claro.

Cuando tenemos metas específicas en mente, podemos concentrar nuestros esfuerzos y recursos en llegar a ellas de manera eficiente.

Esta concentración nos permite maximizar nuestro tiempo de entrenamiento, optimizar nuestra estrategia y tomar decisiones que estén en línea con nuestros objetivos a largo plazo.

Otro aspecto clave de los objetivos en el deporte es su capacidad para crear motivación.

Tener objetivos claros y alcanzables nos da un motivo para esforzarnos día tras día, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.

Los objetivos nos recuerdan constantemente por qué empezamos a entrenar y nos impulsan a seguir adelante, incluso cuando falta motivación.

Otros aspectos importantes de los objetivos deportivos

Hablando ahora de otros aspectos de los objetivos deportivos, vamos a ver los resultados de Locke y Latman (1984) junto con Weinberg y Gould (1996), psicólogos que destacan varios puntos importantes:

• Objetivos deportivos específicos mejoran la eficacia de la actividad
  Entrenar a un deportista con afirmaciones vagas como "haz lo mejor que puedas", puede crear incertidumbre y llevar a una situación donde no es posible evaluar.
• Los objetivos deportivos que suponen un reto aumentan el rendimiento
  A mayor dificultad, mayor rendimiento, siempre y cuando el nivel del deportista sea adecuado para el objetivo. Establecer objetivos difíciles es necesario para mantener la confianza del deportista y evitar que se pierda motivación y autoconfianza.
• Establecer objetivos deportivos a corto y mediano plazo facilita alcanzar las metas de la temporada
  Dividir el objetivo en sub-objetivos para diferentes aspectos del entrenamiento (técnico, físico, psicológico...) ayuda a evitar que la meta se vea como algo inalcanzable.
• La retroalimentación adecuada es fundamental para que el establecimiento de objetivos deportivos sea efectivo
  La retroalimentación, obtenida a través de métodos de evaluación adecuados, contribuye a mejorar la motivación y la autoconfianza del deportista. El entrenador debe señalar específicamente los aspectos mejorados para reforzar el progreso.
• Los objetivos deportivos deben ser asumidos para afectar el rendimiento
  Si el deportista no asume los objetivos con responsabilidad y compromiso, estos no influirán en su rendimiento. Es importante que tanto entrenadores como deportistas participen a la hora de fijar metas para que estas tengan sentido y sean más efectivas.

Problemas a la hora de fijar objetivos deportivos

Los problemas comunes en el establecimiento de objetivos deportivos suelen derivar en que estos no van a cumplirse.

Algunos errores comunes en este sentido son:

• Fracaso en la especificidad de los objetivos.
• Establecimiento de demasiados objetivos.
• Fijación de objetivos inalcanzables a corto plazo.
• Falta de adaptación de objetivos cuando no se logran.
• Ausencia de evaluación y seguimiento del progreso.

Al momento de establecer objetivos, es importante considerar algunas preguntas clave:

• ¿Qué logros espero alcanzar en el futuro?
• ¿Cuál será mi nivel de compromiso y dedicación para lograr mis objetivos?
• ¿Mis objetivos están suficientemente definidos y formulados de manera positiva?
• ¿Creo firmemente en mis objetivos y tengo control sobre ellas?
• ¿He considerado los recursos necesarios para alcanzar mis objetivos?
• ¿Cuál será mi primer paso y cómo evaluaré mi progreso?

Lao Tsé, antiguo filósofo taoísta, afirmó una vez que "un viaje de 1000 kilómetros comienza con el primer paso".

Esta frase nos recuerda que los cambios significativos en el rendimiento deportivo se consiguen de manera gradual, mediante un proceso paso a paso.

Factores que impiden conseguir objetivos deportivos

El principal factor suele ser una mala planificación del ejercicio.

El entrenamiento requiere conocimientos técnicos para su aplicación práctica, y por ello es fundamental contar con buena formación si somos entrenadores personales.

Frecuentemente se subestima la importancia de asesorarse con un profesional del deporte, especialmente un entrenador personal, que puede ser clave para alcanzar objetivos.

Cometer excesos en la dieta al empezar a entrenar es otro error común.

Muchos justifican comer más o comer alimentos poco saludables debido al aumento de la actividad física.

Sin embargo, la alimentación es tan importante como el ejercicio y el descanso para conseguir resultados óptimos.

La falta de constancia es otro impedimento importante.

Los resultados no llegan de inmediato y la mayoría de las veces requieren al menos tres meses de dedicación continua.

La programación coherente de tus entrenamientos es necesaria para evitar la improvisación y la falta de motivación.

Entrenar en exceso no va a llevarnos a resultados más rápidos, e incluso puede ser contraproducente.

El cuerpo necesita períodos de descanso adecuados para generar adaptaciones y progresar de manera efectiva.

La suplementación deportiva no debe ser tratada como un reemplazo de una dieta equilibrada.

Es importante que la alimentación sea adecuada y que solo se recurra a suplementos cuando sea necesario.

Finalmente, es necesario establecer objetivos concretos y medibles.

Hay que establecer metas alcanzables pero que supongan un reto que mantengan al cliente motivado a lo largo del tiempo.

Cómo establecer objetivos deportivos

Establecer y planificar objetivos deportivos de manera efectiva es fundamental para el éxito en cualquier disciplina deportiva.

Vamos a ver algunas pautas clave para ayudar a definir y organizar objetivos deportivos de manera estratégica:

• Es importante que los objetivos deportivos sean específicos y claros
  En lugar de establecer metas generales como "mejorar en el deporte", hay que definir objetivos concretos como "aumentar la velocidad en la carrera de 100 metros en 1 segundo". La especificidad te dará una dirección clara y te permitirá enfocar tus esfuerzos de manera más efectiva.
• Los objetivos deportivos deben ser medibles
  Esto significa que deben ser cuantificables para poder evaluar el progreso de manera objetiva. Por ejemplo, en lugar de simplemente decir "quiero ser más fuerte", se puede establecer como objetivo aumentar el peso máximo en sentadilla en 10 kilos.
• Asegurarse de que los objetivos deportivos sean alcanzables
  Es bueno tener metas ambiciosas, pero también es necesario ser realistas sobre lo que se puede conseguir en un período de tiempo dado. Si se fijan objetivos demasiado difíciles de alcanzar, puede aparecer la frustración fácilmente.
• Los objetivos deben ser relevantes para las aspiraciones y valores personales
  Hay que asegurarse de que los objetivos estén en concordancia con las metas a largo plazo y que motiven a seguir adelante. Si los objetivos deportivos no tienen significado para nosotros o nuestros clientes, es menos probable que exista un compromiso para alcanzarlos.
• Es necesario establecer un plazo para alcanzar objetivos
  Establecer una fecha límite ayudará a mantenernos enfocados y dará un sentido de urgencia para trabajar en ellos de manera constante. Como hemos dicho, hay que dividir objetivos en metas a corto y largo plazo, y establecer fechas específicas para alcanzar cada una de ellas.